Renovación de habitación infantil

Aunque parezca una locura, en estos días de tantísimo calor en los que no podemos hacer casi nada porque aún tenemos a la chiquitina con las postillas de la varicela sin terminar de caerse (que parecen que van a ser eternas, llevamos ya quince días de suplicio), me relaja sentarme a coser, sobre todo por las mañanas temprano, cuando están todos acostados y entra un fresquito por las ventanas....

Hace unos días compré unas fundas nórdicas a juego con las cortinas para la habitación de las niñas, pero cual fue mi sorpresa que las cortinas eran enormes y las fundas de almohadas minúsculas (se ve que lo normal es tener en casa techos altísimos y pequeñas almohadas). Me habían gustado mucho porque las veo muy claritas y fresquitas para el verano (porque como por aquí no hace falta taparse) y muy coloridas para los días tristes y apagados del invierno así que me negaba a devolverlas.

Con mis agujas y tijeras en las manos empezamos a improvisar, cortar por un lado, alargar por otro y el resultado fue que las cortinas no me arrastran por el suelo (que con dos niñas siempre están sucias por abajo) y no me sobra almohada ya que el almohadón ha crecido, jejeje. Espero que os guste tanto como a mis niñas que esta noche van a dormir en las estrellas.